Y por fin llegó su día, y como no podría ser de otra manera con ellos, todo fue perfecto. Tuvimos la suerte de asistir a una de las bodas más bonitas y emocionantes de toda nuestra carrera como fotógrafos de bodas. Confieso que alguna lagrima resbaló también nuestras mejillas. Una boda llena de regalos, sorpresas, coreografías y como guinda al pastel, nuestro photocall. Sólo podemos decir GRACIAS por permitirnos compartir este gran día con vosotros.
Comentarios recientes